Aunque los expertos reconocen la medida como necesaria frente a las dificultades para que todos los hogares respondan, advierten de riesgos como “posibles distorsiones” en los resultados.

Las dificultades para lograr censar a todos los hogares del país obligaron al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) a volver a extender la fecha de término del operativo en terreno un mes más, alargándose durante todo julio. Aunque para los expertos esta era una medida necesaria, existen dudas de si el organismo logrará alcanzar la tasa de respuestas que se requiere para que el proceso sea exitoso.

De acuerdo con lo que informó el INE, la visita a los hogares continuará en 95 comunas, pese a que originalmente iba a terminar este domingo. Antes, el proceso ya había sufrido una extensión, pues cuando se presentó se hablaba de un censo de derecho de 12 semanas que, con esos plazos, debió finalizar a inicios de junio.

Según señalan en el Instituto, esta fue una “definición compartida” junto con el Comité Asesor y el Celade (División de Población de la Cepal), y así el operativo continuará principalmente en capitales regionales y comunas de la RM.

“Uno de los elementos que permite la metodología de los censos de derecho es ajustarse a las distintas contingencias. De hecho, la extensión durante el mes de julio estaba contemplada dentro del presupuesto y tiene que ver con la posibilidad de abarcar la mayor cantidad de la población”, comenta el subdirector técnico del INE, Leonardo González.

Aunque el organismo ha descartado que dé a conocer la tasa de omisión previo al fin del proceso, esta extensión se produce en un contexto en que hay preocupación por la dificultad que ha implicado que muchos hogares respondan el cuestionario.

De acuerdo con las últimas cifras entregadas por el INE, hasta ahora se han visitado más de 7 millones de viviendas, donde alrededor de un 4% de las familias no ha abierto sus puertas, cerca de 2 puntos porcentuales menos de lo que se registraba hace dos meses. La recomendación internacional para que el proceso sea exitoso es que la tasa de omisión no supere el 5%.

Consultado González si hacen una autocrítica por la extensión del proceso, responde que “al principio hubo dudas legítimas de parte de la población que sistemáticamente hemos tratado de abordar”.

“Genera incertezas”

Hugo Lavados, exministro de Economía (2008-2010) y actual rector de la U. San Sebastián, señala que si bien la extensión tiene una “cara positiva”, que dice es “la posibilidad de alcanzar el porcentaje de hogares que se requiere”, también tiene, a su juicio, un lado negativo. “Mientras más largo es el período, en cierta manera se distorsionan los resultados”, advierte.

Agrega que es importante no solo alcanzar una alta tasa de respuesta, sino que además esta sea representativa y no deje por fuera a sectores particulares de la población.

Mientras, el ministro de Vivienda y Urbanismo Cristián Monckeberg, actual decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad del Alba, señala que “un censo como el actual no terminado en el tiempo produce dudas y genera incertezas. Pero creo que, a pesar de que no se logra terminar en el tiempo planificado, lo peor sería dejarlo hasta aquí. Sería un capítulo más de los censos con problemas, incluyendo el de nuestro gobierno”.

María Paz Trebilcock, académica de la U. Alberto Hurtado, añade que, aunque es imposible llegar a todos los hogares, “mientras mayor es la cobertura, mejor es el proceso”.

“El problema sería que comunas queden sistemáticamente fuera, pero independientemente de lo que pasa, la tasa de no respuesta debiera ser mucho menor a la de 2012”, afirma.

¿Y qué se puede hacer en este último mes para llegar a esos hogares que faltan? Andrés Barrios, académico de la U. de los Andes, dice que deberían enfocarse en tres grandes áreas: un fortalecimiento de la campaña que transmita la importancia del Censo, “redoblar los esfuerzos” en las zonas con menor cobertura y seguir incentivando la respuesta virtual del cuestionario.

Justamente esta ha sido una de las estrategias del INE, que habilitó un número telefónico y el despliegue de censistas no solo en los hogares, sino también en puntos concurridos de las ciudades, como gimnasios, supermercados y estadios, para entregar un código a aquellas personas que no han respondido y que lo puedan hacer online.

Ingreso a Temucuicui

Otro de los puntos que ha generado críticas sobre el operativo es que, hasta ahora, los censistas no han ingresado a la comunidad mapuche de Temucuicui, en La Araucanía, cuyos integrantes han rechazado públicamente participar.

Al respecto, González dice que por “resguardo” no pudieron ingresar a la comunidad en un sector en particular, pero reconoce que en la comuna Ercilla —donde está emplazada la comunidad— se dejará de censar en terreno este 30 de junio, aunque dice que los medios electrónicos seguirán habilitados para aquellos que no lo han respondido, al igual que en el resto del país.

El diputado por la zona Andrés Jouannet, presidente de Amarillos, comenta que solicitará información al Ministerio del Interior de por qué no se pudo censar en Temucuicui porque “en el fondo, lo que están haciendo implícitamente es reconocer que un territorio independiente donde el Estado no puede entrar”.

Para la diputada independiente Gloria Naveillán, “era obvio que esto iba a pasar. Caía de cajón que así iba a ser. A Temucuicui no nos van a dejar entrar porque ellos consideran que son un territorio aparte, que no tienen nada que ver con el resto de Chile (...) Pero hay que explicarles que ellos son parte del territorio de Chile les guste o no les guste”.

RESPUESTAS

Un 4% de los hogares no ha contestado el Censo, lo que marca una disminución con hace dos meses.

OPERATIVOS.

— Para que más personas respondan, el Censo ha instalado puestos en gimnasios (en la foto, el María Gallardo, de Osorno), supermercados y paradas del transporte público.

El INE señaló que trabajo de campo continuará en 95 comunas durante julio.

JUAN PABLO GUZMÁN y VÍCTOR FUENTES