El arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí, expresó su pesar por la decisión de algunas cadenas de retail de abrir sus puertas el próximo Viernes Santo, lo que obligará a sus trabajadores a desempeñar funciones en una fecha de gran relevancia para la comunidad cristiana.

"Hoy, representantes de los sindicatos de Falabella, Ripley y París se reunieron conmigo para contarme que dichas tiendas del retail han decidido, por primera vez en nuestro país, abrir el Viernes Santo", señaló Chomalí. Agregó que los dirigentes sindicales manifestaron su tristeza y la de sus compañeros ante la medida, ya que les impedirá participar en las tradicionales celebraciones de Semana Santa y afectará la unidad familiar en una jornada que históricamente ha sido feriado.

Para el arzobispo, esta decisión no solo atenta contra la religiosidad del pueblo chileno, sino que también impacta la cohesión social y cultural. "La apertura de estas tiendas en Viernes Santo hiere profundamente nuestra alma, porque atenta contra la religiosidad de un pueblo y sus tradiciones, vulnera la historia y los valores que nos identifican como nación", sostuvo.

Chomalí destacó que la prosperidad de un país no se mide únicamente en términos económicos, sino también en su riqueza espiritual y social. "El beneficio económico de un día será a costa de una pérdida significativa de cohesión social, de valores compartidos que son fuente de unidad y fraternidad", advirtió. Además, llamó a las empresas a reflexionar sobre su rol en la sociedad y a considerar el impacto de sus decisiones más allá del ámbito comercial.

Finalmente, el arzobispo hizo un llamado a las compañías involucradas a reconsiderar su postura y mantener sus puertas cerradas ese día, permitiendo a miles de trabajadores y sus familias vivir plenamente la Semana Santa. "El trabajo está al servicio del ser humano, la familia y la sociedad, y no al revés", enfatizó. Asimismo, recalcó la importancia de la fe en la vida de muchas personas y su papel fundamental en la identidad y cultura del país.

Repercusiones

Esta semana, Enrique Cruz, presidente de la Unión Social de Empresarios Cristianos (USEC), conversó con La Segunda, destacando la necesidad de encontrar un equilibrio entre las exigencias comerciales y el respeto a las creencias religiosas.

“Cuando el trabajo obliga a algunos a renunciar a sus prácticas de piedad religiosa, pierde el trabajador y también se empobrece la empresa”, afirmó Cruz, subrayando el valor que la Semana Santa tiene para el mundo cristiano.

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