“Una Sola China no es solo eso, sino que es el origen y el resultado de su propia existencia como Nación. Desde esta condición de China en el mundo, la humanidad tiene mucho que aprender de aquella, solo falta conocerla, valorarla y en aquello que se pueda emularla, simplemente hacerlo. China está dispuesta a eso.”

Luego de visitar China entre 2018 y 2024, así como revisar bibliografía ad hoc, sin duda es plausible calificar hoy a esa Nación como el Gigante Global, dejando atrás lo que fue el calificativo solo de Gigante Asiático.

En lo demográfico, más allá de ser el segundo país en población con más de 1.400 millones de habitantes (India lo supera por un poco más de esa cifra), la verdad es que ese número es inconmensurable al lado de la población que tienen por separado cada uno de los países de Europa, América, África, Oceanía y la propia Asia.

Además, si por política demográfica el Estado Chino relajara su control de la natalidad, entonces la población podría perfectamente crecer mucho más de lo que ha crecido, que a modo de referencia creció un 0.1% en 2023, muy por debajo del 0.9% de crecimiento de la población mundial en ese año.

Pero a la dimensión poblacional, ha de agregarse la del territorio, que es tan vasto como enorme su población: con una superficie cercana a los 9.600.000 kilómetros cuadrados, es el cuarto país más extenso del planeta, superado solo por Rusia, Canadá y EE.UU.

Ahora bien, al integrar estas dos dimensiones, poblacional y territorial, estos países podrán ser más grande en territorio, pero son ínfimos en población al lado de China (EE.UU., 400 millones; Rusia, 144 millones y; Canadá, 39 millones). Y, por otra parte, India podrá ser el país con más habitantes del planeta, pero para tal población solo tiene cerca de 3.287.000 kilómetros cuadrados, un tercio del territorio de China.

En síntesis, transcurrido apenas el primer cuarto del siglo XXI y como resultado de su evolución histórica milenaria, China ha construido su hogar de manera muy armoniosa: una enorme población en un enorme territorio o un enorme territorio para una enorme población, lo cual la convierte sin duda en la Gran Nación del Planeta de cara al siglo que recién comienza. Claramente, cerca de 5.000 años de civilización marcan hoy la diferencia con otras naciones, así como ya la marcaron con las otras civilizaciones antiguas como la egipcia, romana, mesopotámica e -incluso- más cerca nuestro, como la azteca, incaica o maya, todas y cada una de las cuales desaparecieron con el devenir de sus propios desequilibrios y/o fueron destruidas o absorbidas o, existiendo aún no han logrado -y ya no lograron- la unificación poblacional y territorial que ostenta hoy China y por la cual el eslogan Una Sola China no es solo eso, sino que es el origen y el resultado de su propia existencia como Nación. Desde esta condición de China en el mundo, la humanidad tiene mucho que aprender de aquella, solo falta conocerla, valorarla y en aquello que se pueda emularla, simplemente hacerlo. China está dispuesta a eso.