Plantea que si es así, “probablemente, el Fisco no perdió plata y será difícil encontrar un delito tributario”. .

Exdirector del SII explica cuando sí y cuando no hay delito tributario

Eligió el área que más rehúyen sus pares: la tributaria. "Soy bueno para los números", dice Ricardo Escobar, abogado de la U. de Chile, master en leyes de la U. de Berkeley y exdirector del Servicio de Impuestos Internos (SII) entre 2006 y 2010. Fue socio de Carey, de EY y desde 2013 lo es de Bofill Escobar Silva.

Didáctico, como buen profesor que hizo clases de derecho económico y tributario durante 30 años en la U. de Chile y ahora dicta charlas en el magíster de su área y un seminario anual sobre Impuestos en Latinoamérica en la U. de Miami, explica cómo operan las facturas falsas que han hecho tanta noticia en Chile.

Aclara que existen dos tipos delitos tributarios. Uno es cuando usando facturas falsas se aumentan artificialmente los gastos y se rebaja el impuesto a la renta y, por otro lado, se aumenta el crédito del IVA al aparentar compras de insumos con IVA.

El otro es el de quien emite facturas falsas con el propósito de que un tercero las use para rebajar sus impuestos o inflar sus créditos o devoluciones de impuestos, es decir, para cometer un delito tributario. Si la factura falsa no se emite con ese fin puede haber un fraude común, pero no un delito tributario.

Las penas van desde 541 días a 5 años para los que emiten y reciben facturas falsas. Cuando es reiterado las penas suben y llegan a presidio efectivo.

“Sorprende habiendo facturas electrónicas”

-Parece haber un boom: en el magafraude revelado en diciembre pasado 16 sociedades de papel emitieron 100 mil facturas falsas durante seis años por un total de $240 mil millones.

-No recuerdo un fraude tributario con tantas facturas falsas. Habiendo facturas electrónicas, que el SII recibe en cuanto una sociedad las emite y sabe quién es el receptor, es sorprendente que se hayan podido emitir decenas de miles de facturas por muchos años desde un puñado de empresas cascarones. El SII, normalmente, define parámetros sospechosos: por ejemplo, sociedades recién creadas que emiten muchas facturas, pero no tienen compras y no declaran (impuestos) mensualmente. Esto prende una alerta en el SII, que bloquea al emisor. Cuando los sinvergüenzas dejen de tratar de ahorrar impuestos comprando facturas falsas se terminarán las mafias que las venden. Esto es como la droga, si no hay consumo no hay narcos.

-En 2018 uno de los imputados en esa causa se autodenunció en la Fiscalía de Las Condes, que derivó los antecedentes al SII, pero la causa se archivó, porque el SII no presentó querella. ¿Hay corrupción en el organismo?

-No conozco los antecedentes, sería especular responder eso.

Factop: ”Solo los bancos pueden captar plata”

-¿Qué pasa con Factop: hay delito tributario por las facturas falsas o es otra figura?

-Hasta donde se sabe, en ese caso, las facturas falsas no tenían por objeto ser un medio para un fraude tributario. Las emitían como respaldo de un préstamo, no para que el receptor rebajara un impuesto o inflara un crédito del IVA. Si es así, probablemente, el Fisco no perdió plata y será difícil encontrar un delito tributario. Puede haber una estafa común respecto de quienes invertían en Factop si como consecuencia de las facturas falsas no recibieron su dinero de vuelta.

-¿Si los inversionistas le prestaban plata a Factop hay un delito?

-No, prestarle plata a una empresa no es delito. Lo que sí sanciona la Ley de Bancos es el lado del deudor (Factop) cuando se hace captación pública de fondos. Eso solo lo pueden hacer los bancos y empresas financieras o quienes emiten deuda formal mediante bonos.

-Al tratarse de ventas o servicios no prestados, ¿siempre deben estar de acuerdo el emisor y el receptor?

-Desde luego. Los que compran y los que venden facturas falsas saben perfectamente lo que están haciendo.

-¿Qué fiscaliza el SII respecto de las facturas y por qué no detecta los fraudes?

-Fiscaliza (que se paguen) el IVA y el impuesto a la renta, pero cuando hay más de un millón de contribuyentes el SII se concentra en los grandes, que explican el 90% de la recaudación. El desafío actual es la informalidad. Allí se combina todo lo dañino.

Por Ximena Pérez Villamil