
Mercado en alerta por un posible impuesto a los dividendos en una nueva modificación tributaria
Un nuevo tributo único del 16% al retiro de dividendos plantea un nuevo escenario para los inversionistas que siguen de cerca los repartos de las empresas.
Impactaría a pequeños inversionistas:
Si usted es de las personas que recibieron parte de los más de US$ 5.000 millones repartidos en dividendos de empresas de la Bolsa de Santiago este año, de aquí en adelante quizás deba sacar su calculadora tributaria. Según lo que ha trascendido, el Ministerio de Hacienda impulsará una reforma en que los repartos deberán pagar impuestos con una nueva tasa de 16% al momento de retirar.
De concretarse, “evidentemente afectará a los inversionistas que tienen sus posiciones en la Bolsa de Santiago”, advierte Sergio Arriagada, profesor y colaborador del Centro de Estudios Tributarios.
“La mayor diferencia sería para inversionistas retail que invierten sus ahorros en acciones ‘dividenderas'”, dice Amory Heine, socia tributaria de DLA Piper.
El cambio
Hoy, los dividendos distribuidos a contribuyentes finales se gravan con el Impuesto Global Complementario, que es progresivo según su tramo de ingresos anual, recuerda Heine. Mientras más ingresos tenga la persona, mayor es la tasa, con un máximo del 40%. Pero ahora se establecería una tasa plana de 16%; es decir, “todos los inversionistas pagarían el mismo impuesto sobre los dividendos”.
“Sería aplicable, según lo anunciado por Hacienda, a todo contribuyente final: es decir, personas naturales propietarias de acciones o derechos sobre empresas, o extranjeros”, dice Víctor Fenner, de EY.
Loreto Pelegrí, de PwC Chile, agrega que se está planteando un impuesto de 4% a la primera distribución (es decir, al traspaso de dividendos entre sociedades relacionadas). Y luego se cobraría el 16%. Con esto, sumando otros tributos, se “llega a una carga tributaria de 39,52% sobre rentas del capital”, sostiene.
El 16% sería “sin considerar la tributación de la sociedad”, señala Francisco Argüello, de DLA Piper. Sería distinto de ahora, en que los contribuyentes pagan el Impuesto Global Complementario sobre el monto bruto de los dividendos, pero con un crédito frente al impuesto de Primera Categoría que pagó la empresa, agrega.
El porqué de la alerta
Algunos creen que, por ahora, son solo conversaciones en medio de la posible rebaja desde 27% a 25% en el impuesto a las empresas. “Se está recién buscando un acuerdo”, dice el gestor de una reconocida AGF.
Varios levantan una alerta. Sería “una pésima noticia para los contribuyentes”, critica Claudio Bustos, de Bustos Tax and Legal. “Cambia todas las reglas del juego respecto de un sistema donde existía integración del impuesto que pagaba la empresa con el impuesto del socio y que ha subsistido por años en nuestra legislación”.
Con una carga tributaria a las utilidades de las empresas que rondaría el 39,5%, Fenner, de EY, dice que aquellas personas cuya tasa marginal del Global Complementario supere el 40%, podrían verla rebajada. “En cambio, aquellos accionistas que se sitúen en tramos inferiores deberán soportar una mayor carga tributaria vinculada a los dividendos que perciban”, agrega. Podría afectar las decisiones de inversión de extranjeros sin convenios de doble tributación, advierte.
Camilo Castellanos y Marcos Barrientos
Impactaría a pequeños inversionistas:
Si usted es de las personas que recibieron parte de los más de US$ 5.000 millones repartidos en dividendos de empresas de la Bolsa de Santiago este año, de aquí en adelante quizás deba sacar su calculadora tributaria. Según lo que ha trascendido, el Ministerio de Hacienda impulsará una reforma en que los repartos deberán pagar impuestos con una nueva tasa de 16% al momento de retirar.
De concretarse, “evidentemente afectará a los inversionistas que tienen sus posiciones en la Bolsa de Santiago”, advierte Sergio Arriagada, profesor y colaborador del Centro de Estudios Tributarios.
“La mayor diferencia sería para inversionistas retail que invierten sus ahorros en acciones ‘dividenderas'”, dice Amory Heine, socia tributaria de DLA Piper.
El cambio
Hoy, los dividendos distribuidos a contribuyentes finales se gravan con el Impuesto Global Complementario, que es progresivo según su tramo de ingresos anual, recuerda Heine. Mientras más ingresos tenga la persona, mayor es la tasa, con un máximo del 40%. Pero ahora se establecería una tasa plana de 16%; es decir, “todos los inversionistas pagarían el mismo impuesto sobre los dividendos”.
“Sería aplicable, según lo anunciado por Hacienda, a todo contribuyente final: es decir, personas naturales propietarias de acciones o derechos sobre empresas, o extranjeros”, dice Víctor Fenner, de EY.
Loreto Pelegrí, de PwC Chile, agrega que se está planteando un impuesto de 4% a la primera distribución (es decir, al traspaso de dividendos entre sociedades relacionadas). Y luego se cobraría el 16%. Con esto, sumando otros tributos, se “llega a una carga tributaria de 39,52% sobre rentas del capital”, sostiene.
El 16% sería “sin considerar la tributación de la sociedad”, señala Francisco Argüello, de DLA Piper. Sería distinto de ahora, en que los contribuyentes pagan el Impuesto Global Complementario sobre el monto bruto de los dividendos, pero con un crédito frente al impuesto de Primera Categoría que pagó la empresa, agrega.
El porqué de la alerta
Algunos creen que, por ahora, son solo conversaciones en medio de la posible rebaja desde 27% a 25% en el impuesto a las empresas. “Se está recién buscando un acuerdo”, dice el gestor de una reconocida AGF.
Varios levantan una alerta. Sería “una pésima noticia para los contribuyentes”, critica Claudio Bustos, de Bustos Tax and Legal. “Cambia todas las reglas del juego respecto de un sistema donde existía integración del impuesto que pagaba la empresa con el impuesto del socio y que ha subsistido por años en nuestra legislación”.
Con una carga tributaria a las utilidades de las empresas que rondaría el 39,5%, Fenner, de EY, dice que aquellas personas cuya tasa marginal del Global Complementario supere el 40%, podrían verla rebajada. “En cambio, aquellos accionistas que se sitúen en tramos inferiores deberán soportar una mayor carga tributaria vinculada a los dividendos que perciban”, agrega. Podría afectar las decisiones de inversión de extranjeros sin convenios de doble tributación, advierte.
Camilo Castellanos y Marcos Barrientos

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