
Mundos opuestos
En la industria del turismo entendemos como un activo esencial para el desarrollo de esta importante actividad económica, que el Estado y el sector privado sean aliados en despliegue y proyección del rubro
Por distintas razones, lamentablemente esa necesaria sinergia mo se da muchas veces, principalmente por la velocidad en la que se mueven ambos mundos, donde la iniciativa privada va generalmente a una velocidad mayor que la contraparte, lo que ocasiona que un número importante de iniciativas vean truncada su realización, por la demora excesiva en la tramitación de los permisos, autorizaciones y requisitos que se requieren para impulsar nuevos proyectos y emprendimientos
Esta realidad es aún más dramática, si los proyectos que se buscan concretar están alejados del centro del poder ubicado en Santiago, lo que implica tener que lidiar con la burocracia estatal a nivel regional, que en innumerables oportunidades debe obligatoriamente obtener el visto bueno de las autoridades en la capital para resolver determinaciones clave que faciliten llevar adelante proyectos que contribuirán al crecimiento y desarrollo de las economías locales
Es más, muchas veces ni siquiera se cuenta con las autoridades titulares en los organismos regionales para poder iniciar los procesos y obtener los permisos necesarios, lo que entrampa aún más los proyectos, lo que a su vez redunda en un importante incremento en los costos de los emprendimientos, y de los cuales se deben hacer cargo los privados que quieren impulsar esas iniciativas
Es un escenario que se da con bastante frecuencia en Aysén, al ser una región austral, muy alejada del centro de poder, que, si bien cuenta con condiciones extraordinarias para el desarrollo del turismo, lamentablemente no dispone muchas veces del apoyo suficiente del Estado para aprovechar toda esa potencialidad, siendo en ocasiones una traba en lugar de un aliado para el progreso humano y económico de esta zona del país
Por mi labor, me toca recorrer distintos lugares de Chile, y cuando converso con distintos actores del rubro en otras partes de Chile, me expresan una situación parecida a la que se vive en Aysén, por lo que se trata de un problema extendido, que a nuestro parecer, como Fedetur, no tendrá solución mientras no se considere al turismo como una política de Estado, de manera que exista una estrategia a nivel nacional, que involucre a todos los organismos del aparato público en la definición y coordinación de medidas que impulsen esta actividad y la lleven a otro nivel, que nos permita ser más competitivos a nivel internacional y ofrecer cada vez mejores servicios a los turistas nacionales y extranjeros
Como industria vamos a continuar trabajando en esta ardua tarea de lograr una concientización de los tomadores de decisión en el Estado, para que lo que hoy es un anhelo, en un tiempo razonable se transtorme en realidad, en beneficio del país y sus habitantes. Jaime Guazzini Narbona Presidente Federación de Empresas de Turismo de Chile
Por distintas razones, lamentablemente esa necesaria sinergia mo se da muchas veces, principalmente por la velocidad en la que se mueven ambos mundos, donde la iniciativa privada va generalmente a una velocidad mayor que la contraparte, lo que ocasiona que un número importante de iniciativas vean truncada su realización, por la demora excesiva en la tramitación de los permisos, autorizaciones y requisitos que se requieren para impulsar nuevos proyectos y emprendimientos
Esta realidad es aún más dramática, si los proyectos que se buscan concretar están alejados del centro del poder ubicado en Santiago, lo que implica tener que lidiar con la burocracia estatal a nivel regional, que en innumerables oportunidades debe obligatoriamente obtener el visto bueno de las autoridades en la capital para resolver determinaciones clave que faciliten llevar adelante proyectos que contribuirán al crecimiento y desarrollo de las economías locales
Es más, muchas veces ni siquiera se cuenta con las autoridades titulares en los organismos regionales para poder iniciar los procesos y obtener los permisos necesarios, lo que entrampa aún más los proyectos, lo que a su vez redunda en un importante incremento en los costos de los emprendimientos, y de los cuales se deben hacer cargo los privados que quieren impulsar esas iniciativas
Es un escenario que se da con bastante frecuencia en Aysén, al ser una región austral, muy alejada del centro de poder, que, si bien cuenta con condiciones extraordinarias para el desarrollo del turismo, lamentablemente no dispone muchas veces del apoyo suficiente del Estado para aprovechar toda esa potencialidad, siendo en ocasiones una traba en lugar de un aliado para el progreso humano y económico de esta zona del país
Por mi labor, me toca recorrer distintos lugares de Chile, y cuando converso con distintos actores del rubro en otras partes de Chile, me expresan una situación parecida a la que se vive en Aysén, por lo que se trata de un problema extendido, que a nuestro parecer, como Fedetur, no tendrá solución mientras no se considere al turismo como una política de Estado, de manera que exista una estrategia a nivel nacional, que involucre a todos los organismos del aparato público en la definición y coordinación de medidas que impulsen esta actividad y la lleven a otro nivel, que nos permita ser más competitivos a nivel internacional y ofrecer cada vez mejores servicios a los turistas nacionales y extranjeros
Como industria vamos a continuar trabajando en esta ardua tarea de lograr una concientización de los tomadores de decisión en el Estado, para que lo que hoy es un anhelo, en un tiempo razonable se transtorme en realidad, en beneficio del país y sus habitantes. Jaime Guazzini Narbona Presidente Federación de Empresas de Turismo de Chile

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