Aunque la inversión pública ha crecido, la demanda por servicios hospitalarios también crece de manera acelerada, evidenciando las brechas que persisten a nivel de accesibilidad y diseño. POR ANDREA CAMPILLAY

Las largas listas de espera y la limitada oferta de servicios en regiones son algunos de los factores que reflejan los desafíos que enfrenta la infraestructura hospitalaria del país. Al año 2024, existen "26.687 camas en la dotación de la red perteneciente al Sistema Nacional de Servicios de Salud (SNSS)", detalla la jefa de la División de Gestión de la Red Asistencial del Ministerio de Salud, Andrea Solís. En tanto, la cantidad de camas por cada mil habitantes "es de 1,64 considerando las personas beneficiarias de Fonasa, y de 1,32, respecto de la población INE", dice. Una cifra alejada de la que muestran los países OCDE, que tienen un promedio de 4,9.

"Es un hecho que contamos con un déficit de infraestructura", asegura el investigador senior del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián (IPUSS), Raúl Aguilar, y resalta que algo que no se refleja en el promedio de camas es la heterogeneidad en su distribución a lo largo del país, la cual, asegura, "puede llegar a tener diferencias que alcanzan dos veces más en una región respecto a otra", algo que a sus ojos evidencia que se debe avanzar en la construcción, pero también en la distribución de la oferta pública.

Una visión con la que coincide el jefe de la división de especialidades del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación de Estructuras y Materiales (Idiem), Christian Gálvez, quien menciona como otro de los desafíos actuales la necesidad de una mayor flexibilidad y adaptabilidad en el diseño de los hospitales, tomando en cuenta los aprendizajes que dejó la pandemia del Covid-19. "Diseñar hospitales considerando espacios modulares, especialmente en áreas críticas como cuidados intensivos, es esencial para enfrentar futuras crisis", dice y añade que considerar aspectos que aseguren una operación sostenible y a la vanguardia de la tecnología también es fundamental.

La antigüedad de los establecimientos, la escasez de terrenos en donde emplazar los dispositivos, la brecha entre la infraestructura y equipamiento y la falta de especialistas especialmente en zonas extremas, son los desafíos que identifica Carlos Manzi, jefe de la División de Inversiones del Minsal. Por eso, plantea que las inversiones que forman parte del Plan Nacional de Inversiones en Salud "son una respuesta clave para paliar los déficits".

Por su parte, la expresidenta del Comité de Arquitecturas para la Salud del Colegio de Arquitectos de Chile, Paula Rojas, afirma que posterior a un largo período de inversión en infraestructura es importante "observar los escenarios macro en que se han estado desenvolviendo" y proyecta que se requerirá tener una perspectiva amplia respecto de la resiliencia como objetivo estratégico para toda la planificación, para así anticipar y articular estrategias en caso de conflictos graves y globales.

En este escenario, los expertos coinciden en que las barreras para implementar planes de mejora no se limitan al ámbito de la inversión, sino que también abordan desafíos técnicos y de gestión. Por esto, aunque la inversión pública en salud ha crecido "sigue siendo probable que no sea suficiente para cubrir las crecientes demandas de atención, especialmente en las zonas más alejadas o extremas", advierte Gálvez.

"Un hospital puede demorar aproximadamente 10 a 15 años desde el estudio de prefactibilidad hasta la inauguración", complementa Aguilar, lo que a su juicio plantea el desafío de "qué hacemos mientras intentamos mejorar la brecha en infraestructura". La respuesta, asegura, es mejorar la gestión.

Nuevos hospitales

Hasta noviembre de este año, como parte del plan de construcción de nuevos hospitales a nivel nacional "se podían contabilizar 12 proyectos entregados, uno en marcha blanca, 35 en ejecución de obras y 10 en etapa de diseño", comenta Aguilar, algo que califica como "buenas noticias" para la oferta pública.

Así, a marzo del 2026 "se sumarán 850 nuevas camas a la red, pasando de 1.428 a 2.278 camas", complementa Manzi. No obstante, Rojas señala que "la ambiciosa cartera de hospitales ha requerido un amplio espectro de participantes, que han tenido que aprender sobre la marcha", lo que a su juicio, evidencia la necesidad de converger en puentes comunes para asegurar avances y consistencia en las inversiones en esta materia.

61 PABELLONES NUEVOS SE SUMARÁN A LA RED PÚBLICA PARA MARZO DE 2026.