El Mercurio (Edición Especial)Finanzas integradas crecen de la mano del auge de los pagos digitales y del e-commerce
INDUSTRIA EN CONSTANTE EVOLUCIÓN:
Este nuevo método está cambiando la forma en que los usuarios operan en servicios financieros, como procesamiento de pagos, seguros, préstamos e inversiones en productos, facilitando el acceso y promoviendo la inclusión en las transacciones.
Ofrecer instrumentos financieros a las empresas y personas dejó de ser exclusivo de los bancos. Hoy, esto cambió. El modelo embedded finance (finanzas integradas) ofrece soluciones integrales a las compañías de cualquier tipo. Si bien este sistema no es nuevo, está generando una profunda transformación en el sector financiero. Es que las finanzas integradas permiten a las empresas añadir una mayor cobertura a sus negocios. Esto, a través de un socio especializado que, mediante una tecnología moderna como las interfaces de programación de aplicaciones (API), posibilita a las empresas no financieras conectarse directamente a servicios bancarios como pagos, préstamos y seguros, entre otros, sin ser bancos. Es decir, los consumidores ya no deben trasladarse hasta las instituciones financieras tradicionales y las empresas pueden ofrecer servicios como seguros, tarjetas de débito e inversiones o préstamos a través de sus plataformas o aplicaciones. Este modelo es especialmente relevante en Chile, donde los pagos digitales crecen aceleradamente impulsados por la adopción de smartphones y el auge del e-commerce. En nuestro país existen varios ejemplos que grafican cómo se integran los servicios financieros en productos o plataformas que no tienen esta especialidad. Estos son los casos de Justo, terminal de pagos y pedidos integrados; BancoEstado-Tap Compraquí, y el uso de billeteras digitales abiertas y apps bancarias, como MACH y Mi Pago, entre otros.
Sistema está sujeto a los mismos controles
Una de las empresas que provee la tecnología y la operación para que ese producto exista es Pomelo. Su country manager en Chile, Santiago Witis, explica que, durante mucho tiempo, solo los bancos y las instituciones altamente reguladas podían hacerlo. “Hoy, si un retail, una telco o una app de movilidad quieren ofrecer una tarjeta o una cuenta con pagos integrados dentro de su app, podemos brindar la tecnología y la operación para que ese producto exista, funcione y sea seguro, acelerando el time-to-market”. De hecho, Witis destaca que una de las ventajas de esta herramienta es el ahorro de tiempo e inversión. Y ejemplifica: “Para que una empresa de cualquier rubro pueda ofrecer servicios financieros a sus clientes, puede desarrollar todo internamente y obtener los permisos correspondientes, situación que puede ser muy costosa y tomar varios meses o años antes de salir a la luz (...). Nosotros hemos logrado reducir el tiempo para lanzar una tarjeta de dieciocho meses a dos semanas”, destaca. En materia regulatoria, este sistema está sujeto a los mismos controles y supervisión que cualquier otra empresa que ofrece instrumentos financieros. La única diferencia es contar con un proveedor tecnológico validado por los organismos competentes, indica Witis.
¿Inclusión financiera o brecha digital?
Según el Banco Mundial (2022), el acceso a servicios financieros simplifica la vida diaria y permite a familias y empresas planificar tanto metas a largo plazo como responder a emergencias inesperadas. Y justamente para algunos analistas, las finanzas integradas fomentan la inclusión financiera. Ello, porque ofrecen acceso a soluciones financieras desde plataformas cotidianas, especialmente para personas que nunca usarían un banco tradicional y pueden acceder a pagos seguros o créditos desde apps que ya conocen, como, por ejemplo, una app de delivery, e-commerce o transporte. Valentina Pacheco, VP Growth & Partnerships de Floid, precisa que el usuario que utiliza estas herramientas está muy bien posicionado para aumentar la inclusión financiera. Según la ejecutiva, “este puede usar datos alternativos para evaluar riesgo, beneficiando a quienes están fuera del sistema formal”. Sin embargo, advierte que siempre está el riesgo de que si los servicios se diseñan pensando solo en usuarios digitalmente avanzados o que requieren alta conectividad digital, pueden ampliar la exclusión. “Por eso, la implementación, como la simplicidad, soporte offline y educación financiera, es tan importante como la tecnología”, añade. ¿Cómo se proyecta su evolución en América Latina frente a Europa o Estados Unidos? Valentina Pacheco señala que Latinoamérica tiene condiciones muy favorables para una expansión acelerada, porque todavía hay grandes segmentos subbancarizados, y un ecosistema fintech en rápido crecimiento. “En comparación con Europa o Estados Unidos, donde la regulación y los marcos técnicos están más estandarizados, creo que nuestro continente tenderá a avanzar más rápido en casos de usos concretos, por necesidad, pero con mayor variabilidad entre mercados”.
América Latina tiene condiciones muy favorables para una expansión acelerada, porque todavía hay grandes segmentos subbancarizados.
TENDENCIA. En Chile crece aceleradamente los pagos digitales impulsados por la adopción de smartphones y el auge del e-commerce
Este nuevo método está cambiando la forma en que los usuarios operan en servicios financieros, como procesamiento de pagos, seguros, préstamos e inversiones en productos, facilitando el acceso y promoviendo la inclusión en las transacciones.
Ofrecer instrumentos financieros a las empresas y personas dejó de ser exclusivo de los bancos. Hoy, esto cambió. El modelo embedded finance (finanzas integradas) ofrece soluciones integrales a las compañías de cualquier tipo. Si bien este sistema no es nuevo, está generando una profunda transformación en el sector financiero. Es que las finanzas integradas permiten a las empresas añadir una mayor cobertura a sus negocios. Esto, a través de un socio especializado que, mediante una tecnología moderna como las interfaces de programación de aplicaciones (API), posibilita a las empresas no financieras conectarse directamente a servicios bancarios como pagos, préstamos y seguros, entre otros, sin ser bancos. Es decir, los consumidores ya no deben trasladarse hasta las instituciones financieras tradicionales y las empresas pueden ofrecer servicios como seguros, tarjetas de débito e inversiones o préstamos a través de sus plataformas o aplicaciones. Este modelo es especialmente relevante en Chile, donde los pagos digitales crecen aceleradamente impulsados por la adopción de smartphones y el auge del e-commerce. En nuestro país existen varios ejemplos que grafican cómo se integran los servicios financieros en productos o plataformas que no tienen esta especialidad. Estos son los casos de Justo, terminal de pagos y pedidos integrados; BancoEstado-Tap Compraquí, y el uso de billeteras digitales abiertas y apps bancarias, como MACH y Mi Pago, entre otros.
Sistema está sujeto a los mismos controles
Una de las empresas que provee la tecnología y la operación para que ese producto exista es Pomelo. Su country manager en Chile, Santiago Witis, explica que, durante mucho tiempo, solo los bancos y las instituciones altamente reguladas podían hacerlo. “Hoy, si un retail, una telco o una app de movilidad quieren ofrecer una tarjeta o una cuenta con pagos integrados dentro de su app, podemos brindar la tecnología y la operación para que ese producto exista, funcione y sea seguro, acelerando el time-to-market”. De hecho, Witis destaca que una de las ventajas de esta herramienta es el ahorro de tiempo e inversión. Y ejemplifica: “Para que una empresa de cualquier rubro pueda ofrecer servicios financieros a sus clientes, puede desarrollar todo internamente y obtener los permisos correspondientes, situación que puede ser muy costosa y tomar varios meses o años antes de salir a la luz (...). Nosotros hemos logrado reducir el tiempo para lanzar una tarjeta de dieciocho meses a dos semanas”, destaca. En materia regulatoria, este sistema está sujeto a los mismos controles y supervisión que cualquier otra empresa que ofrece instrumentos financieros. La única diferencia es contar con un proveedor tecnológico validado por los organismos competentes, indica Witis.
¿Inclusión financiera o brecha digital?
Según el Banco Mundial (2022), el acceso a servicios financieros simplifica la vida diaria y permite a familias y empresas planificar tanto metas a largo plazo como responder a emergencias inesperadas. Y justamente para algunos analistas, las finanzas integradas fomentan la inclusión financiera. Ello, porque ofrecen acceso a soluciones financieras desde plataformas cotidianas, especialmente para personas que nunca usarían un banco tradicional y pueden acceder a pagos seguros o créditos desde apps que ya conocen, como, por ejemplo, una app de delivery, e-commerce o transporte. Valentina Pacheco, VP Growth & Partnerships de Floid, precisa que el usuario que utiliza estas herramientas está muy bien posicionado para aumentar la inclusión financiera. Según la ejecutiva, “este puede usar datos alternativos para evaluar riesgo, beneficiando a quienes están fuera del sistema formal”. Sin embargo, advierte que siempre está el riesgo de que si los servicios se diseñan pensando solo en usuarios digitalmente avanzados o que requieren alta conectividad digital, pueden ampliar la exclusión. “Por eso, la implementación, como la simplicidad, soporte offline y educación financiera, es tan importante como la tecnología”, añade. ¿Cómo se proyecta su evolución en América Latina frente a Europa o Estados Unidos? Valentina Pacheco señala que Latinoamérica tiene condiciones muy favorables para una expansión acelerada, porque todavía hay grandes segmentos subbancarizados, y un ecosistema fintech en rápido crecimiento. “En comparación con Europa o Estados Unidos, donde la regulación y los marcos técnicos están más estandarizados, creo que nuestro continente tenderá a avanzar más rápido en casos de usos concretos, por necesidad, pero con mayor variabilidad entre mercados”.
América Latina tiene condiciones muy favorables para una expansión acelerada, porque todavía hay grandes segmentos subbancarizados.
TENDENCIA. En Chile crece aceleradamente los pagos digitales impulsados por la adopción de smartphones y el auge del e-commerce
Autor(es):
CLAUDIA BETANCOURT M.
El Mercurio (Edición Especial) Página:
4

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4

