Según exministro de Transportes Pedro Pablo Errázuriz, más que el atraso que sufra el proyecto, el desafío es lograr su viabilidad económico-social, lo que estima “difícil”.

Ofertas superaron presupuesto fijado por el Ministerio de Obras Públicas:

Un impacto acotado en los plazos de largo aliento que involucra un proyecto de esta envergadura es el que prevén expertos consultados por “El Mercurio” a consecuencia de la fallida licitación del estudio integral para el tren entre Santiago y Valparaíso.

“No es difícil volver a licitar si uno consigue ampliaciones de presupuesto”, estima quien fuera ministro de Transportes y Telecomunicaciones del primer gobierno de Sebastián Piñera, Pedro Pablo Errázuriz, bajo cuya gestión los trayectos propuestos por potenciales concesionarios pasaban por Casablanca. El actual proyecto busca aprovechar el trazado ferroviario existente y el costo de su ejecución se estima en US$ 3.820 millones.

“El atraso obviamente que impacta los plazos. Pero se trata de un proyecto que desde siempre tiene plazos muy complejos, pues su viabilidad social-económica es muy difícil. Buscar una solución que permita que sea socialmente viable es un gran desafío y para eso es esta ingeniería”, agrega.

La semana pasada, la Dirección General de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas (MOP) declaró desierta la licitación del estudio integral para el tren entre Santiago y Valparaíso que busca generar las ingenierías básicas, demanda y evaluación social. La razón es que el presupuesto oficial para este estudio era de $14.755 millones, pero las dos ofertas lo superaban ampliamente, alcanzando los $16.972 millones y $33.648 millones.

El presidente de la comisión de ordenamiento y transportes del Consejo Regional de Valparaíso, Manuel Millones, afirma que “es evidente que en este proceso de licitación hubo errores en las bases, por cuanto pese a ser un estudio de prefactibilidad se exigieron análisis que van a más allá de esa etapa básica de un estudio y por ende si se ejecutaban dichos análisis , era evidente que existiría un mayor costo que deriva de esos antecedentes más detallados de obras que demanda el proyecto en todo su trazado y obras de ingeniería complejas y con el monto dispuesto por el Mop para esta etapa, ese proyecto no era viable asumir”.

Para Giovanni Vecchio, investigador asociado del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus), es usual que en megaproyectos se subestimen tiempos y costos.

“Este atraso podría ser, sin embargo, acotado. Es posible un cambio de las bases o un cambio de las ofertas presentadas. Requieren diferentes trámites burocráticos, pero es factible, dependiendo de la estrategia que se adopte, que la autoridad lo resuelva en los términos que se ha propuesto”, afirma, aludiendo a la intención que ha expresado el MOP de adjudicar el estudio antes de fin de año.

Aunque añade que “es posible que el inicio de ejecución de las obras, previsto para 2028, deba moverse un poco”, dado que las prioridades deberán ser fijadas por un futuro gobierno.

Por su parte, Cristián Bowen, exsubsecretario de Transportes del segundo gobierno de Michelle Bachelet, cree que el atraso será de meses.

Mientras que para el expresidente de EFE Jorge Inostroza la conexión ferroviaria con los puertos de la Región de Valparaíso es “urgente” y critica que “el trazado de la licitación en curso no es la mejor opción”.

MAURICIO SILVA